miércoles, 11 de enero de 2012

Amanecer

Siento tremendamente el peso del inicio de una nueva era. No me refiero precisamente a "2012" o cosas por el estilo, más bien a un amanecer personal, a un nuevo capítulo en el libro abierto llamado vida.

Es cliché a estas alturas decir que la vida da vueltas, que en cada instante te sorprende y te das cuenta que las cosas cambian, que tu persona debe ser dinámica y que debes saber adaptarte a los cambios. Pero saber que el ideal es adaptarse, no significa que seamos capaces de hacerlo. No sé si es apego a lo que ya nos daba seguridad o miedo a fallar. O esa tendencia a vivir en la máquina del tiempo, donde nos proyectamos hacia el futuro o intentamos vivir de recuerdos, incluso crearnos realidades alternas donde somos lo que queremos ser, en vez de fijarse en el dinamismo del presente presente. El asunto es, ¿cómo enfrentar los nuevos capítulos?.

Nuestro pasado es nuestra mayor fuente de sabiduría, el haber aprendido de todas esas experiencias nos puede ayudar en el presente, pero puede ser una pesada armadura que te hunde en el mar como a Federico Barbarroja, e inclusive que hunda a otros. Aprender a dejar en el pasado los hechos y en el presente la experiencia es complicado, puesto que requiere primero estar dispuesto a enfrentar el fruto de nuestros errores, así como la difícil decisión de soltarle la mano a nuestros triunfos... y al mismo tiempo, saber qué hay que dejar en el pasado.

¿Y qué hay del futuro? Muchos cometemos el error de proyectar demasiado cosas en el futuro. Pensar en qué pasará o en lo que uno quiere que pase. Uno se olvida de, más que aprovechar el momento, ver si tu presente realmente es el pasado del futuro que existe en tu mente.

Y es que al final, nada de eso me sirve. Los cambios están a la orden del día, algunos los decido y otros sólo se dan, pero, ¿realmente me estoy adaptando o me adaptaré bien? ¿he cambiado para mejor? ¿cambiaré para mal? No lo sé, lo que sí sé es que, como siempre, estoy dispuesto a darlo todo y entrar "all in", tal vez no con mis mejores cartas, puesto que en el Póker lo que más hay que saber hacer es jugar con las cartas del otro, aún sin saber qué tiene en su mano. Pensar en mi pozo de los deseos, donde quiera que esté, para que me conceda mi arco iris y mi estrella que me dice dónde estoy. Luchar mirando a todo el espectro que me rodea, con todas las fuerzas, puesto que la fortuna es de quien posee el coraje para lograr las cosas.

Comienza un nuevo amanecer, con el mundo como carrusel que gira sin cesar en el que más vale avanzar a su ritmo para no caer.

Here goes nothing!
Basta de palabras, a vivir.

1 comentario:

  1. Precisamente las nuevas jugadas suelen tener éxito cuando se ha llevado a cabo un buen estudio acerca de sus causas, consecuencias, posibilidades, probabilidades o cuánta cosa. Lo importante es siempre tomar la experiencia como base, sea ésta buena o mala, para caminar a paso firme y seguros de no tropezar, sin dejar, obviamente, de disfrutar el día a día.

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